Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética
Las principales potencias aliadas durante la Segunda Guerra Mundial fueron Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética. Estas naciones desempeñaron roles cruciales en la lucha contra las potencias del Eje, colaborando estratégicamente para cambiar el curso de la guerra.
Liderazgo Destacado
El liderazgo destacado de Estados Unidos fue encabezado por el presidente Franklin D. Roosevelt. Su visión y determinación fueron fundamentales para movilizar los recursos y el apoyo necesario para la victoria. Por su parte, Winston Churchill, líder del Reino Unido, pronunció la famosa frase "Nunca tantos le debieron tanto a tan pocos" en referencia a la valentía de la Real Fuerza Aérea británica durante la Batalla de Inglaterra.
Unión Soviética y la Resistencia
La Unión Soviética desempeñó un papel crucial al resistir la invasión alemana en la Operación Barbarroja. La tenacidad y el sacrificio del Ejército Rojo contribuyeron significativamente a la derrota de Alemania en el frente oriental, marcando un punto de inflexión en la guerra.
Expansión de la Coalición
Después del ataque a Pearl Harbor, Estados Unidos obtuvo el apoyo de países como Canadá, Australia y Nueva Zelanda. La coalición de las "Naciones Unidas", liderada por Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Soviética y China, entre otros, se unió en un esfuerzo conjunto para enfrentar a las potencias del Eje en diferentes frentes.
Estrategias Militares
La estrategia militar de los aliados en Europa se centró en la liberación de los países ocupados por Alemania. La Batalla de Stalingrado fue un punto de inflexión, deteniendo el avance alemán y allanando el camino para la ofensiva aliada. En el Pacífico, la estrategia de "isla en isla" permitió avanzar hacia Japón a través de desembarcos estratégicos y bases aéreas.
Legado de los Aliados
El legado de los aliados en la Segunda Guerra Mundial es profundo. Su victoria marcó la liberación de Europa de la tiranía nazi y la fundación de la ONU para promover la paz y la cooperación internacional. Este nuevo orden mundial se basó en los principios de libertad y democracia, sentando las bases para un futuro más esperanzador.

